BANDELIER
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1940
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El Monumento Nacional de
BANDELIER

Sitio Escénico de un Notable Grupo de Ruinas Prehistóricas "Pueblo"

La calamitosa sequía que ocurrio a fines del siglo XIII dipersó a los pobladores de los antiguos indios "Pueblo" del Sudoeste, obligando a los extenuados sobrevivientes a trasladarse a lugares donde pudieran obtener agua con más regularidad.

Muchos de estos indios se establecieron en la agradable región que forma la parte superior del Valle del Rio Grande, en el estado de Nuevo Mexico. Aquí túvo lugar uno de los últimos florecimientos de la civilización "Pueblo," y las numerosas ruinas del Monumento Nacional Bandelier pertenecen a este período de su historia.

Varios grupos se instalaron en las barrancosas laderas de la meseta Pajarito. El sitio de su morada era singular, con sus amarillentos peñascos de toba, mesetas cubiertas de árboles, profundas gargantas, y su carácter generalmente volcánico. El relato de su adaptación al medio en que vivían, y de sus relaciones con los demás grupos, anade un valioso aporte a la prehistoria del Sudoeste, que las investigaciones de los arqueólogos han venido descubriendo lentamente.

La meseta Pajarito es de interés geológico y arqueológico. Consiste principalmente de toba, o ceniza volcánica solidificada, y de lava basáltica arrojada hace miles de años por el gran cráter volcánico—quizás el más grande del mundo—cuyo borde forma ahora las Montañas Jemez. Por toda esta gran planicie de composición volcánica, las aguas han abierto barrancas de escarpadas paredes, que se prolongan hasta el Río Grande. Al surdel cañon Frijoles se encuentra una región casi despoblada de cerca de 25,000 acres (10.000 hectareas) cruzada únicamente por sendas y veredas.

A este monumento nacional se le dió el nombre de Bandelier como tributo al distinguido cientifico suizo-americano Adolph F. A. Bandelier, quien hizo un extenso reconocimiento de las ruinas prehistóricas de esta región. Entre 1880 y 1886 Bandelier verificó un estudio de los indios "Pueblo" de Santa Fe y sus alrededores, habiendo permanecido un tiempo en el cañon Frijoles. El argumento de su conocida novela etnográfica e histórica "The Delight Makers" (Los Creadores del Encanto) tiene por escenario el cañon Frijoles en tiempos prehistóricos.

Las Ruinas

La parte mas accesible del Monumento Nacional de Bandelier es el recinto de las ruinas en el cañon Frijoles. Los antiguos pobladores escogieron bien el lugar de su morada. Situado en un profundo desfiladero esculpido por las aguas que nacen en lo alto de la montaña, esta región es un oasis en el arido territorio do Nuevo México.

Las ruinas de los caseríos construídos sobre el talud de la montaña se extienden cerca de dos millas (aproximadamente tres kilometros) por la base del muro norte del cañon. Estas viviendas, de mamposteria terraplenada en forma irregular, y de dos o tres pisos de altura, tenían muchas cavernas cortadas en la roca viva que servían de habitaciones. La roca es toba, o sea ceniza volcánica comprimida, y fué labrada con herramientas hechas de roca todavía más dura.

Enfrente de las cavernas, en el fondo del cañon Frijoles, so levantan las ruinas del pueblo de Tyuonyi. Es una grande construcción semicircular, y contiene tres "kivas" (cámaras subterráneas de ceremonias) en una plaza circunvalada. Esta inmensa casa comunal fué excavada en 1908, 1909 y 1910 por la Universidad de Nuevo México y por la Escuela de Investigaciones Americanas.


Caverna Ceremonial

La cronologia demostrada por los anillos de los árboles y la correlación de los tipos cerámicos indican que casi todas las ruinas de Bandelier pertenecen a has últimas épocas del período prehitórico, aunque algunas ruinas pequeñas datan del siglo XII. Los grandes pueblos de Tyuonyi, Sankawi y Otowi evidentemente estuvieron habitados hasta cerca del año 1600 de nuestra era, aunque su decadencia probablemente había principiado ya cuando Coronado visitó la región en 1540. Las crónicas de esa expedición no hacen mención directa de las aldeas situadas en la meseta Pajarito.

Tal como los indios de otros antiguos pueblos y de los caseríos construídos contra los muros de las mesetas, los habitantes del valle Frijoles eran agricultores. Cultivaban maíz, frijol y calabaza. Se ha descubierto tela de algodón en las cavernas, lo cual indica que probablemente tenían algodón y conocían el telar, pero como el período anual de cultivo es corto en la meseta, quizás hubiesen obtenido el algodón mediante el comercio. Fabricaban objetos de alfarería con diseños vidriados.

No se conoce exactamente por qué razón abandoraron sus viviendas. Durante siglos, los primeros pobladores indios agricultores vivieron en las riberas del río de los Frijoles, construyeron aldeas, hicieron cavernas en los muros de roca y cultivaron la tierra del valle y de las mesetas. Algunos siglos más tarde la se quía, las indundaciones, el hambre, los enemigos salvajes, la enfermedad o el emprobrecimiento de la tierra obligó a los habitantes del cañon a buscar nuevas tierras.

El Monumento

El monumento nacional fué establecido en 1916 y está bajo la administración del Servicio Nacional de Parques de la Secretaría del Interior. Tiene una extensión de 26.026 acres (10.533 hectáreas) y está situado a 46 millas (74 kilómetros) al occidente de Santa Fe, Nuevo México.

Desde Santa Fe puede uno trasladarse a Bandelier en automóvil siguiendo la Carretera Nacional Núm. 285 hacia el norte hasta Pojoaque, y en seguida la Carretera Estatal Núm. 4 hasta llegar al monumento. También so puede cruzar la bella región de Jemez desde Albuquerque, pero durante el mal tiempo debe averiguarse la condición del camino antes de intentar recorrer esta última ruta.


Cascade de los Frijoles

Atracciones

El monumento permanece cerrado al público durante los mesas de diciembre, enero y febrero de cada año, pero está abierto al tránsito durante los otros nueve meses. Se ofrecen alojamiento y comidas &uacut;nicamente desde mayo hasta septiembre, y durante esta temporada el viajero puede permanecer un día o semanas enteras haciendo excursiones a los numerosos puntos cercanos de interés. Pueden pasarse muchos días visitando pueblos modernos, antiguos caseríos mexicanos, haciendas de ganado bovino y lanar, montañas, barrancos y el volcán extinto más grande del mundo. Para los aficionados a la pesca hay riachuelos donde abunda la trucha.

La Posada del Cañon Frijoles, administrada por personas particulares bajo franquicia otorgada por la Secretaría del Interior proporciona comidas excelentes y habitaciones cómodas y modernas para alojarse, y vende gasolina y los artículos necesarios para los excursionistas que acampan en los alrededores. Hay veinte cabañas a precios desde $1.75 oro americano por una habitación sin baño para una persona, hasta $4.00 por un cuarto con ba&ntile;o.

El Servicio Nacional de Parques mantiene un extenso sitio para campamentos cerca de los edificios de administración. Hay espacio para cincuenta campamentos, cada uno con lugar suficiente para una tienda de campaña, mesas, asientos y cocinas rústicas. Tambi&eadute;n hay grifos para agua y cierto número de lugares para el estacionamiento de coches remolcados (trailers). También hay sitios convenientemente dispuestos para el uso libre de retretes, baños de regadera y lavaderos de ropa.

El monumento está a cargo de un administrador que reside permanentemente en el lugar. Durante el verano, cuando hay gran afluencia de turistas, tambi&eaacute;n se cuenta con tres guardabosques y un vigilante de incendios. Pueden obtenerse mayorse informes dirigiéndose al "Custodian, Bandelier National Monument, P. O. Box 669, Santa Fe, N. Mex."


La Posada del Cañón Frijoles

Programa Demostrativo

El servicio demostrativo esté organizado cuidadosamente para ayudar al visitante a comprender y apreciar mejor todo lo interesante del Monumento Nacional de Bandelier.

Excursiones a las Ruinas Dirigidas por Guías—Durante el año, gu&iacaute;as arqueólogos experimentados y competentes conducen a los visitantes desde el vestíbulo del museo hasta las diversas ruinas. Los grupos salen del vestíbulo del museo a cada hora en punto, desde las ocho de la manaña hasta las cinco de la tarde. La ruta que se sigue permite formarse una idea exacta de las ruinas de la civilización que existió en la meseta Pajarito. durando dos horas la excursión. A fin de proteger las reliquias arqueológicas, no se permite a ninguna persona entrar al recinto de las ruinas sin estar acompañada de un guía arqueólogo.

El Museo—Los escaparates están dispuestos para presentar en forma comprensible la historia de los indios prehistóricos y contemporáneos. Todas las vitrinas están numeradas, y para examinarlas en su orden correcto, después de pasar por el vestibulo el visitante debe seguir siempre su derecha. El primer grupo de vitrinas explica lo que se conoce de los indios prehistóricos de la región, y el segundo grupo concierne a los actuales indios del Valle del Río Grande. Los últimos seis escaparates muestran la historia natural del monumento. Siempre está presente un empleado del museo para explicar el contenido de los escaparates, y contestar las interrogaciones que se hagan.

Conferencias—Todas las noches a las ocho se dan conferencias en el vestíbulo del museo. El arqueólogo del parque u otro empleado habla sobre ha arqueología y etnología de la región.

Viajes en Autob&uuacute;s—Si se inscribe un número suficiente de personas (con un mínimo de 12 automóviles), a las dos de la tarde se emprende un viaje en caravana a la Sección de Otowi.

Excursiones a la Garganta y a otros Puntos de Interés—El noventa por ciento del Monumento Nacional de Bandelier es territorio despoblado, a través del cual no se han construído ni se construirán caminos. La garganta del Alamo, los Leones de Piedra, la Caverna Pintada, las ruinas de los pueblos de Haatse y Yapashi, y el Cañón de la Roca Blanca en el Río Grande se encuentran entre los puntos interesantes que están a alguna distancia.

Puede irse a pie con facilidad a la bella "Cascada de los Frijoles." Si se solicita con anticipación, un guía naturalista acompañará al grupo de excursionistas. El viaje toma por lo menos medio día.

Para visitar los Leones de Piedra y la Caverna Pintada, hay que recorrer diez millas por las veredas que atraviesan los cañones. Los turistas más vigorosos pueden efectuar este viaje a pie o a caballo. Cuando se reúne un número suficiente de personas que quieren hacerlo, se puede obtener un guía para este viaje que dura todo el día.


El Monumento Nacional de Bandelier
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1944/band/spanish/sec1.htm
Last Updated: 20-Jun-2010